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La región de Guimarães y Braga, en el norte de Portugal, es un viaje en el tiempo y una celebración de la cultura portuguesa en su máxima expresión. Aquí encontrarás historia en cada rincón, iglesias centenarias, calles empedradas y una gastronomía que te dejará con ganas de más. Si quieres explorar la zona como un verdadero local, aquí tienes nuestros imprescindibles para aprovechar al máximo estas dos joyas del norte.
1. Explora el centro histórico de Guimarães, la cuna de Portugal
Conocida como el lugar de nacimiento de Portugal, Guimarães es un viaje a los orígenes del país. Su centro histórico, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es perfecto para perderse entre calles estrechas, casas medievales y plazas encantadoras. No dejes de visitar el castillo, donde podrás sentir la historia que define a esta ciudad. Además, la Praça de Santiago es el lugar ideal para una pausa, con cafeterías y terrazas donde puedes disfrutar de una bebida al sol.
2. Sube al Monte da Penha para unas vistas impresionantes
El Monte da Penha es el mirador perfecto para disfrutar de unas vistas espectaculares de Guimarães y sus alrededores. Puedes llegar en teleférico desde el centro de la ciudad, y una vez arriba, explorar los senderos que serpentean por el monte y llevan a pequeños rincones y miradores. Aquí también encontrarás el Santuario de Nossa Senhora da Penha, un lugar de paz y reflexión en medio de la naturaleza.
3. Descubre la catedral de Braga y sus tesoros
Braga es conocida como la "Roma de Portugal" por su gran cantidad de iglesias y edificios religiosos. La Sé de Braga, o catedral de Braga, es la más antigua de Portugal y un verdadero tesoro arquitectónico. Este imponente edificio gótico es una parada obligatoria, y no te olvides de explorar el museo en su interior, que alberga una colección de arte sacro de gran valor.
4. Visita el Santuario de Bom Jesus do Monte y su famosa escalinata
A las afueras de Braga se encuentra el Santuario de Bom Jesus do Monte, un impresionante templo barroco famoso por su escalinata de estilo rococó, que serpentea en zigzag hasta la cima. Puedes subir a pie (para los más valientes) o en el antiguo funicular de agua, el más antiguo de Europa. Desde lo alto, tendrás unas vistas panorámicas de Braga que valen cada escalón.
5. Prueba los sabores de la región: bacalao, papas y vinho verde
Si hay algo que no puedes dejar de hacer en el norte de Portugal, es comer. Los restaurantes locales de Braga y Guimarães ofrecen platos tradicionales como el bacalhau à Braga, servido con patatas y pimientos, o la típica francesinha, una bomba de sabor perfecta para reponer energías. No te olvides de acompañar la comida con un buen vinho verde, un vino joven y fresco que es característico de la región.
6. Pasea por el Jardín de Santa Bárbara en Braga
Si buscas un lugar tranquilo y pintoresco, el Jardín de Santa Bárbara en el centro de Braga es ideal para una pausa. Con flores coloridas, fuentes y el fondo del Palacio Episcopal, este jardín es un oasis en medio de la ciudad, perfecto para descansar después de explorar las calles y disfrutar de la serenidad del norte de Portugal.
7. Sumérgete en la cultura local en el mercado de Braga
Para sentir el auténtico ambiente portugués, nada como visitar el mercado municipal de Braga. Aquí encontrarás frutas, verduras, embutidos y quesos locales, y, sobre todo, la esencia del día a día de los habitantes de la región. Es el sitio perfecto para comprar algunos productos típicos y llevarte un pedacito de Portugal contigo.
La zona de Guimarães y Braga tiene una magia especial: combina la grandeza histórica con una calidez y hospitalidad únicas. Así que, si estás buscando una experiencia auténtica, ven a conocer estos dos lugares donde cada calle y cada rincón cuentan una historia. Y recuerda, en el norte de Portugal, cada momento es una invitación a disfrutar.
